LA MELATONINA Y SUS EFECTOS.
- Victor Antonio
- 13 sept 2020
- 2 Min. de lectura
La melatonina es una hormona que nuestro cerebro produce en la glándula pineal o epífisis, estando situada en la zona del tercer ventrículo cerebral. Esta, es una hormona que se comenzó a estudiar desde varios siglos atrás, pero no ha sido hasta la actualidad cuando esta ha conseguido ser gran objeto de estudio y tener un mayor conocimiento a partir de 1954 con la publicación de Julian Kitay y Mark Alstchule en su publicación "The Pineal Gland" donde descubrieron y le atribuyeron a esta varias propiedades que nadie había encontrado anteriormente.
Para la formación de esta, se necesita un comienzo a través de la captación del triptófano, un aminoácido presente en diferentes alimentos (nueces, cacahuetes, pollo, queso...) o incluso a través de suplementación. Este aminoácido será encargado de aumentar la producción de serotonina (también conocida como hormona de la felicidad), que a su vez produce un metabolito denominado N- acetilserotonina, "que es O-metilado por otra enzima, la hidroxiindol-O-metiltransferasa (HIOMT), dando como resultado final, que es la producción de la melatonina." (Guerrero, Carrillo & Lardone, 2007).

Figura 1. Síntesis de la melatonina a partir del triptófano.
Sobre la influencia que tiene esta en el sueño, existen multitud de investigaciones, que en líneas generales hablan sobre la mejora de su predisposición y de su consolidación. A la vez, que de manera contraria, cuando existe el déficit de esta hormona, ha podido asociarse con una mala calidad de sueño. A mayores, distintos autores "han observado, en efecto, su capacidad para resincronizar el ritmo circadiano en diferentes situaciones, también guarda relación con la maduración sexual de los humanos y actúa como marcador endocrino estacional para la reproducción de muchas especies, además de tener una potente capacidad inmunoestimulante y oncostática, utilizada así en la medicina clínica para el tratamiento de diferentes terapias antitumorales." (Guerrero, Carrillo & Lardone, 2007).
Por último, debemos tener en cuenta que con la administración de melatonina o con el aumento del consumo del aminoácido triptófano, no existen efectos a corto plazo, sino que se empezarían a notar estos síntomas a partir de su 3-4 semana, produciendo efectos mencionados con anterioridad. A la vez, que el consumo de un suplemento en caso de tener buenos niveles de esta, lo único que nos produciría sería la pérdida del coste económico que nos hubiese supuesto.
Por lo tanto, para saber si debemos de utilizarla o no, podríamos valorar nuestra percepción de sueño y descanso.
Guerrero, J. M., Carrillo, A. & Lardone, P. J. (2007). La melatonina. Investigación y ciencia, 373, 30-38.
Comments